Lo que vemos en la foto de arriba es el nuevo puente sobre la carretera que une Cangas de Onís con Covadonga, en Asturias. Lo encontraremos al lado del macroaparcamiento de Muñigo, donde podemos dejar el coche si queremos usar la nueva senda peatonal que nos llevará al Santuario en quince minutos de entretenido paseo. La ruta tiene sólo kilómetro y medio de longitud y es una auténtica gozada. También se puede ir en bicicleta.
Una vez estacionado nuestro vehículo subiremos por el puente y comprobaremos que los primeros cientos de metros transcurren en zig-zag, pero no hay que asustarse porque las rampas son suaves y enseguida el camino pierde pendiente.
Como vemos, hay incluso una parada de autobús para los que quieran usar el transporte público. En agosto hay un autobús cada diez minutos desde Cangas a Covadonga.
A los pocos minutos ya hemos cogido altura y contemplamos el parking en toda su extensión. Es tan ecológico y tan verde que no se notan las marcas para aparcar el coche.
Seguimos subiendo con una pendiente constante y llevadera. La pista está asfaltada y el caminante se la encontrará pintada de verde.
Los muros de contención están recubiertos de vegetación para disimular el impacto visual. En su momento se planteó el uso de esta ruta para coches pero luego se desechó la idea.
El tiempo pasa volando y pronto arribamos al punto medio de la senda. La señalización casi no hace falta porque no hay ningún desvío ni posibilidad de perderse.
En todo el trayecto encontraremos abundantes sitios para hacer picnic. Las áreas recreativas son abundantes y bien preparadas para el viajero senderista. Podemos ir en familia o con un grupo de amigos a disfrutar de una comida campestre.
Naturaleza en estado puro. Nos hallamos dentro del Parque Nacional.
La protección para el caminante es total y las vallas de madera jalonan el camino de principio a fin.
El que se canse tiene lugares abundantes para sentarse a reposar.
Sin apenas darnos cuenta llegamos al Santuario de Covadonga. Hay tiempo para visitar la Basílica y la Santa Cueva o el Museo.
Y ahora, la sorpresa, ya que no hace falta volver por donde hemos venido sino que podemos regresar por el Camino del Rey, que bordea el río y la carretera. Se desciende por unas escaleras frente a la Cueva.
Normalmente los turistas se van de aquí sin recorrer este encantador paseo, jalonado de edificios monumentales.
Durante todo el viaje veremos las frescas aguas del río Deva.
El sendero nos llevará al aparcamiento de Repelao, donde tomaremos una acera que nos conducirá de nuevo al parking de Muñigo, que también cuenta con área recreativa para comer o dejar jugar a los niños. Desde Cangas de Onís podemos hacer el viaje en coche o bus en unos diez minutos. El servicio de autobuses a los lagos sólo está disponible en Agosto.
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